DBS: Pesadilla en Knightsbridge.

Llevaba dos días de ensueño en Londres cuando me dio por abrir el correo y Soraya, que es mi coordinadora aquí en Londres, me había respondido el día anterior al correo que mandé en España. En él me recordaba que trajera a la escuela los "penales". Y a mí me entró la risa, no tenía ni idea de que era eso. Hasta que me acordé. ¡OSTRAS LOS PENALES!

Resulta que no tenía aún el documento más importante a la hora de realizar las prácticas o de trabajar en cualquier cuestión que involucre niños en Londres. Y aquí empezó mi pesadilla.

Nerviosa fui hacia Knightsbridge, una zona muy diferente a la que acostumbraba yo a habitual y todo era demasiado glamuroso, la gente me esquivaba cuando intentaba preguntar. Quedaba una hora para que cerrara la Embajada de España y yo debía de encontrarla.

En ese momento todo me daba vueltas, las calles me parecían interminables, el calor insoportable, nadie parecía querer ayudarme, yo no me encontraba y encima lo único que podía pensar era que si no daba con la embajada en ese momento se iba a acabar de un plumazo todo mi sueño.

En la embajada me dijeron que tenía que ir al consulado, que estaba cerca, pero para mí ese día a media hora de las 14:00, todo estaba demasiado lejos. Llegue al hostal resignada y me puse a buscar lo que necesitaba. Una  fotocopia del DNI, el modelo 790 e ingresar 3,70€ en el banco.

Fui a un Post office corriendo a por la fotocopia pero me dijeron que ellos no daban ese servicio (sigo sin entender porqué bien ya que en la tienda ponía scanning y print). Cuando me dijeron eso yo ya no entendía ni el inglés. La mujer me seguía hablando, yo me hice la loca y cuando llegue al hostal me senté y me eché a llorar.

No tenía sentido, ya que hasta las 9:00 del día siguiente el consulado no volvía a abrir. Una señora muy amable del YHA St Pancras me imprimió el modelo y el DNI que por suerte encontré en el portátil una vez estaba más tranquila (ponerse nerviosa no ayuda). Al día siguiente fui al consulado y es una de las cosas que jamás olvidare. La gente muy simpática, tanto los que estaban esperando como yo cómo los que trabajaban allí. Me ayudaron mucho y les estoy tan agradecidos. Además de que hizo un día estupendo.

Cuando estas solo o sola en otro país, lejos de tu familia y amigos, el mas pequeño grano de arena puede parecer querer eclipsar el sol. Son estos momentos los que nos impulsan a tomar decisiones y actuar, los que nos hacen madurar y crecer.

Ahora que lo veo de lejos puedo notar lo mucho que me ha ayudado esta experiencia.